Nuestros 3 pescadores españoles, que habían venido a luchar con los peces panameños, se dieron cuenta rápidamente de que la pesca con señuelos en aguas exóticas es un deporte físico por derecho propio. Llegamos a mediados de abril para 3 días de pesca con señuelos y jigging, y los dos primeros días nos trajeron una variedad de capturas, incluyendo gallos, jureles azules y otros, pero ningún trofeo real.
¡Caza al natural y vuelve galopando! Nuestros tres pescadores, fervientes aficionados a la pesca de fondo con cebo en el Mediterráneo, nos pidieron que probáramos esta técnica a la panameña, ya que la exigencia física y la falta de actividad en superficie de los distintos señuelos habían podido con su motivación. Así que decidimos ir a prospectar a la "carnada", una roca frente a la isla de Cébaco, y nuestro primer trabajo fue pescar livebaits, cojinoas, un tipo de jurel pequeño, con ametralladoras montadas encima de los jigs. La pecera se llenó rápidamente, aunque en tres ocasiones vinieron peces mucho más grandes y nos cogieron los livebaits mientras los estábamos carreteando, marchándose al mismo tiempo con las ametralladoras y los jigs, ¡ya que el nylon de 40 centímetros no aguantó! Un cuarto de hora después de lanzar el primer cebo vivo con una caña de 80 libras, tuvimos nuestra primera gran salida, seguida de una lucha magistral de Pablo, que nos llevó al barco con un bonito Gallo de unos 20 kg. Tuvimos otras dos grandes salidas que se saldaron con una sonora rotura y una parada, sin duda una bonita Serviola y una gran Cuberas.
Al día siguiente partimos hacia una roca en alta mar llamada arrecife Aguja para pescar trozos de bonito e intentar capturar meros grises (Cernas) en el fondo marino de 180/200 m. Primero empezamos con un gran bonito vivo en el fondo, seguido de una gran pelea que duró unos 45 minutos, durante la cual nuestros tres pescadores se turnaron para ver finalmente un enorme tiburón martillo de casi 3 m llegar al barco, ¡rompiendo el sedal mientras lo estaban enrollando para quitarle el anzuelo! ¡Un gran recuerdo! El día continuó con algunos bonitos meros de 8 a 15 kg, así como una magnífica merluza de 15 kg y algunos peces de fondo cuyos nombres desconocemos.
En función del éxito del día, nuestros pescadores llevarán a cabo otra jornada de pesca con el mismo éxito.
Nos lo pasamos muy bien, buen ambiente y simpatía, ¡así que tendremos que alargar nuestra estancia un día más de lo previsto! Nos vemos pronto en Palo Seco y gracias de nuevo por vuestra confianza.